A la mente le gusta tener la razón, aunque no siempre sea la verdad.
Si por alguna razón concluimos algo, aunque no sea verdad, lo vamos a creer fuertemente y aunque llegaran otros a decirte que no es verdad, si tú ya te convenciste de eso en un principio, va a costar trabajo dejar de creer eso.
Las creencias limitantes poderosas se esconden en lo profundo del inconsciente.
Nuestra consciencia sí quiere vivir en la verdad, porque es ahí donde encontramos reales soluciones.
Como la creencia es tan fuerte, se resiste a creer algo nuevo y muchas veces desechamos la nueva información y emprendemos una búsqueda para comprobar que mi creencia sí es verdad.
Por eso hacemos sesgos de información, memoria y atención.
Ponemos mucha atención a la información que confirma nuestras creencias y poca atención a lo que la contradice.
(Esto con el mero fin de sobrevivir y sentirse seguro en un mundo “conocido”)
Sin embargo, es importante volver a despertar nuestra curiosidad por nuevos paradigmas para no repetir los mismos patrones de siempre que tanto nos hacen sufrir.
Les invito a pasar nuestros pensamientos por un filtro de la verdad, cuestionando lo que parece tan poco cuestionable y así, descubrir como la mente nos engaña y llegar a una solución real a través de la verdad.
Un filtro de la verdad consiste en hacernos las siguientes preguntas:
1. Eso que estás pensando, ¿Está sucediendo en este preciso instante?
2. ¿Cuántas veces has tenido este pensamiento en el pasado y no se ha cumplido lo que concluiste?
3. ¿Recuerdas haber tomado este pensamiento, idea o información de alguna persona, conversación, película, etc?
4. ¿Que hechos o ejemplos de la realidad demuestran que este pensamiento no es verdad?
5. ¿Que sí te hace sentir este pensamiento?
6. ¿Qué tendrías que hacer para liberar o resolver estas sensaciones/ emociones?
7. ¿A qué nueva conclusión llegas y cómo te sientes al respecto?
Si solo buscamos potenciar lo conocido, no me puedo hacer cargo de lo que SÍ está pasando y crear una nueva realidad.
Abre tu corazón y deja que tome a la mente de la mano.
Es seguro equivocarse.
No es necesario siempre tener la razón, la única verdad.
Es sano escuchar y cuestionarse.
Es seguro equivocarse.
Solo así podrás evolucionar y recordar quien realmente eres.
¿Te sirve alguna de las preguntas para una situación en particular?
Yo me tengo que recordar constantemente hechos de mi realidad que me demuestran lo contrario a lo que estoy pensando.
Ej: “Eres super poco constante” Recordar todas las veces que sí he sido constante y que si ahora no he podido completar un hábito es por una razón en particular.
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Con amor,
Francesca